HISTORIA
En épocas prehispánicas, el actual territorio mendocino estaba poblado por aborígenes, («Huarpes») que divididos en numerosas tribus abarcaban gran parte de la región. Estos indígenas ya utilizaban agua para sus cultivos a través de acequias.
La ocupación Preincaica
Existen evidencias arqueológicas de la ocupación de los incas, por lo menos desde hace 4000 años.
Tanto el piedemonte como los valles de Uspallata y del río Mendoza fueron ocupados por grupos étnicos que precedieron a los Incas en la utilización del medio cordillerano y precordillerano para su subsistencia.
Durante el siglo XV y hasta la penetración española, se produjo la incorporación del área que hoy denominamos Corredor Andino, al imperio incaico. El valle de Uspallata se constituía entonces en una encrucijada de caminos. El Camino del Inca, aún visible, es fiel testimonio de la comunicación entre pueblos ubicados a ambos lados de la Cordillera de los Andes.
Desde el altiplano peruano-boliviano, el Camino del Inca desciende por el lado chileno y penetra en el Corredor Andino por los valles de la precordillera. El camino llega hasta el Río Mendoza y continúa bordeándolo hacia los pasos de la cordillera.
La etapa colonial
En 1548, se establece la Capitanía General de Chile, a la cual correspondían extensos territorios al Este de la Cordillera de los Andes y también la región cuyana. Esta última fue comenzada a explorar por Francisco de Villagra en 1551, siendo este el primer español enviado por el gobernador de Chile Pedro de Valdivia.
Más tarde y por orden de otro mandatario español en Chile (García Hurtado de Mendoza) que encomendó al Capitán Pedro del Castillo que poblara la zona, se fundó el 2 de marzo de 1561 la ciudad de Mendoza; en el Valle de Huentata cerca de la margen izquierda del canal Guaymallén. Es en este momento cuando la fruticultura se convierte en la principal actividad económica, dado que gracias al trabajo de los nativos (sometidos voluntariamente o reducidos por la fuerza y convertidos al cristianismo) este primitivo asentamiento comenzó a prosperar.
Cuando se crea el Virreinato del Río de la Plata en 1776, esta región pasa a depender del mismo, dadas las dificultades de comunicación con Chile. Luego de los procesos revolucionarios de 1810, se crea la Intendencia de Cuyo separándose de la Gobernación de Córdoba. Las guerras por la independencia constituyen entonces un factor clave para intensificar y diversificar la producción agrícola, extender el riego artificial y vender tierras fiscales. Asimismo, esto generó que se debilite la defensa contra los ataques de Puelches y Pehuenches. Después de la guerra civil y el proceso que culmina con la sanción de la Constitución Nacional, Mendoza declara su propia constitución, aprobada el 14 de diciembre de 1854, siendo la primera provincia en hacer esto.
El ferrocarril transandino
Desde fines de la colonia, hasta la iniciación de las obras del FFCC, el camino fue recibiendo población, equipamiento y la localización de las primeras actividades productivas, de ganadería y agricultura de subsistencia, y continuó siendo lugar de paso de mercancías desde y hacia el Pacífico.
En este período se constituye la provincia de Mendoza a partir de su incorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata, y a mediados de siglo se definen las unidades administrativas internas, con los departamentos de Las Heras y Luján de Cuyo con jurisdicción sobre el Corredor Andino, aunque sus límites fueron modificados en varias ocaciones y se encuentran todavía en discusión.
Estructuración definitiva del corredor andino
Esta etapa se va a definir en cuarto subperíodos:
Desde 1887 hasta 1934
A partir de 1873, los hermanos Juan y Mateo Clark encararon el estudio de una vía ferroviaria siguiendo el antiguo recorrido de los correos del Virreinato, como el trazado más económico y eficaz para unir Santiago – Valparaíso, con Mendoza y por lo tanto con Buenos Aires. Este emprendimiento contó con el apoyo del Ing. Wheelright, lo que facilitó la consecución de capitales británicos.
En este período se produce el mayor incremento en la ocupación del Corredor Andino, con la fundación de centros de población y servicios determinada por las necesidades del FFCC.
El trazado del ferrocarril preveía entre otros elementos la distancia máxima entre centros, nunca mayor de 16 km. Durante este período se desarrollan una gran cantidad de centros poblacionales.
La mayor diferencia se dio entre Uspallata y la ciudad de Mendoza. En estos, mientras que el trazado ferroviario continuaba la traza del río, el acceso a Uspallata podia realizarse por FFCC o por los caminos que suben a la precordillera correspondientes a las rutas provincial N°13 y la nacional N°7 por Villavicencio, desde Mendoza. Con el equipamiento de esta última, en los primeros tramos del corredor, hasta la Villa de Uspallata, había complementación entre los dos medios de transporte, sin competir uno con el otro. El primer tramo de la ruta nacional 7, ahora provincial 82, llegaba a Cacheuta, y fue necesario para la construcción de la central hidroeléctrica, posteriormente se prolongó hasta Uspallata, y en varias etapas, cuando el transporte de cargas comenzó a ser disputado entre el FFCC y el transporte automotor.
La llegada del ejército y las modificaciones en la operación del FFCC (1934 – 1955)
Con la ruptura del embalse natural formado por el glaciar del río Plomo en 1934, fueron destruídos varios tramos de las vías del FFCC, entre Uspallata y Puente del Inca. La realización de las obras de reparación del tendido ferroviario coincidió con la incorporación de las máquinas Diesel, de esta manera la distancia máxima entre estaciones pasó a ser más flexible.
Con la radicación del ejército en Uspallata y Puente del Inca, y en menor medida de Gendarmería Nacional, trajo la superposición e incorporación de nuevos grupos sociales más poderosos que terminó modificando las relaciones de poder, e incluso determinó un todavía mayor deterioro de las actividades productivas tradicionalmente ligadas a la economía primaria de subsistencia y al mantenimiento de la población de los centros de servicio al FFCC.
Entre 1947 y 1960 se marca el período de mayor crecimiento de la población del Corredor Andino.
La Seguridad Nacional, el predominio del ejército, los primeros planes y la destrucción del FFCC ( 1955 – 1984)
A partir de 1955, el ejército se apropió de la mayor cantidad de tierras del Corredor Andino, así como del ganado existente en alta montaña. Esto determinó la decadencia de estas actividades. En la década del 60, cuando se formularon los planes de Desarrollo Urbano y de Desarrollo Integral del Valle de Uspallata. Los efectos de su aplicación fueron inexistentes, la población tanto en el Valle de Uspallata como en el resto del área de alta montaña, descendió a lo largo de todo el período.
Al final del período las tensiones con Chile y la conveniencia para el gobierno de ese país de realizar en transporte de cargas con camiones, hicieron que Chile suspendiera la operación del FFCC. Paralelamente se construyó el nuevo túnel del Cristo Redentor, que permitió diferenciar la circulación de camiones y automotores del FFCC, y se realizaron obras nuevas y mejoras en el tramo argentino de la ruta.
El período actual. El proceso de integración del MERCOSUR y los tratados con Chile. (1984 – 1998)
A comienzos de la década del 80 el tránsito automotor entre Argentina y Chile, y de éste con Brasil se fue incrementando continuamente. Debido por otro lado, a causa de este continuo aumento en el tránsito, y por las dificultades a causa del cruce internacional en época de invierno, se comenzó desde hace casi cinco años a discutir y formular proyectos para la construcción del túnel de media o de baja altura, y la posibilidad de optimiza la operación del cruce y mejorar los servicios.